lunes, 13 de abril de 2020

Ernesto Giménez Caballero en Alemania (1928)


Carlos García (Hamburg)
Ernesto Giménez Caballero en Alemania (1928)
[Texto de febrero de 2008, publicado originalmente en dos entregas en [www.alvarosarco.blogs­pot.com], Lima, 20-XII-2010 y 24-I-2011. Ligeramente actualizado en febrero de 2016, cuando fue publicado en [www.academia.edu]. La presente versión es del 13-IV-2020.]

Con la colaboración de María Paz Sanz Álvarez (Madrid) di a luz una edi­ción comentada del epistolario entre Ernesto Giménez Caballero (1899-1988) y Guillermo de Torre (1900-1971): Gacetas y meridianos. Correspon­dencia Er­nesto Giménez Caballero / Guillermo de Torre (1925-1968). Ma­drid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2012,
El corpus al cual accedimos en dos archivos (uno español y otro alemán) consta de 91 cartas y tarjetas, y abarca el período 1925-1968. De esos 91 docu­mentos, 66 son del periodo más álgido de esa rela­ción, que va de 1925 a 1931. Sobre todo las cartas de Giménez Caballero a Torre de 1926, testi­­monian la efervescencia de la épo­ca y el entusiasmo de sus pro­tago­nistas: es el año en que se prepara la aparición de La Gaceta Lite­raria, cuyo planea­miento es reconstruido en detalle.
Aquí ahondaré en dos epi­sodios de 1928, con ribetes, creo, desconocidos hasta hoy. Ambos tienen relación con publicaciones hemerográficas de Gecé en Ale­mania.

[1]
Giménez Caballero y Die Böttcherstrasse
Como quizás se recuerde, Giménez Caballero pertenecía a una fami­lia de impresores; su padre, también llamado Ernesto, poseía una imprenta en Madrid. En ese marco tenía nu­me­rosas relaciones con gente del mun­dillo editorial, con impresores, fa­bricantes de papel y de colores.
Ello ocasionó que Gecé, una vez entrado en el negocio familiar, de­biera hacer varios viajes de carácter co­mercial a otros países de Europa – a me­nudo a Alemania (país con el cual Gecé desarrollaría a la larga ne­fastas afi­ni­dades políticas).
Así, por ejemplo, se conserva una misiva suya del 7 de marzo de 1926, re­mitida desde la ciudad alemana de Leipzig, y con membrete de la empresa de los hermanos Schmidt, que fabricaban los famosos colores “Helios”.
En otra ocasión, de la cual me ocuparé aquí, Giménez Caballero viaja a Colonia (Köln), con motivo de una Exposición de la industria im­pre­sora, “Pressa”. Desde allí remite a Torre la siguiente misiva, del 9 de junio de 1928:

[Carta de EGC a GT, 1 página manuscrita. (Mss 22823/71, 9):]
[Membrete:] HAG-TURM / Auf der Pressa Köln-Deutz / Telegramm-Adresse: Hagturm Köln / Fernsprecher: Amt Freiheit Nr. 12736 / Bank-Konto: Sparkasse der Stadt / Köln Zweigstelle Pressa, Kto. 28758

Köln                                                             9 de junio [de 1928]       
[Membrete:]   Ihre Zeichen    Ihr Schreiben vom       Unsere Zeichen          Tag
[Su referencia      Su escrito del                      Nuestra referencia             Día]

Querido Guillermo:
¿Has visto Die Böttcherstrasse, la mejor revista del mundo?
Aquí estoy yo en su torre de la “Ausstellung Pressa” [Exposición Pressa]. Yo, primer co­la­borador especial de esa revista en su primer nú­mero, que te envía todos los abrazos de siempre con algunos más.
Ernesto
...
La breve carta me indujo a buscar esa revista, donde en efecto se halla un texto de Giménez Caballero, que presumo inédito en España, y que no he visto reimpreso en otros países.[1]
Die Böttcherstraße. Internationale Zeitschrift [La calle Böttcher. Re­vista In­ternacional] aspiraba a ser “el vo­cero de la inteligencia mundial”. Apa­re­ció en Bremen, publicada por la edi­torial “An­gel­sachsen-Verlag”. Fue editada por Ludwig Ro­selius, con la colaboración de Bernhard Hoetger y Georg Eltz­schig; su redac­tor fue Albert Theile.
(A ninguno de ellos puede hacerse jus­ticia en este exiguo marco. Baste mencionar que el primero fue un magnate de la industria cafe­tera, inven­tor de un método para eliminar la cofeína del café, para hacerlo más suave; el último, un pe­riodista, escritor y traductor de vida nove­lesca, que sufrió persecución bajo los nazis).
El título de la publicación alude a una pequeña calle en la ciudad ale­mana de Bremen, donde tenía su sede la redacción, en una casa cons­truída por el arquitecto Bernhard Hoetger, de Worpswede (hoy Museo Paula Becker-Mo­dersohn).
Hoetger, que pertenecía a la dirección de la revista, fue también quien diseñó la moderna “Torre HAG” (HAG-Turm) a la que alude Gi­ménez Caba­llero en su carta, construida para la empresa cafetera HAG, de Bremen, empresa que financiaba la revista.[2]
La primera entrega de Die Böttcherstraße, en la cual colaboró Gecé, es de mayo de 1928. El número, como siempre de carácter mono­gráfico, está casi totalmente dedicado al tema pe­riodismo y perió­dicos, y ofrece una serie de facsímiles de gran interés histórico, im­presos con enorme alarde téc­nico para la época.
La contribución de Giménez Caballero fue solicitada en el marco de una encuesta, así definida por la redacción (las traducciones del alemán son mías):
Crítica. Referéndum internacional
La general falta de seguridad europea en cosas de la crítica ha sido la ocasión para esta encuesta, que hemos remitido a diversos europeos, diferentes en su actitud. Con toda intención no nos hemos restringido a unos nombres literarios aislados, sino hemos involucrado también a periodistas que, en tanto editores de periódicos literarios, merecen nuestra especial atención. [...]
Giménez Caballero, quien ya era el fundador y director de La Gaceta Lite­raria, inaugura la serie de respuestas, se­guida luego por al­gunos nom­bres alemanes (Alfred Döblin, autor de la monu­mental novela Berlin Ale­xan­der­platz; y Willy Haas, más tarde biógrafo de Kafka), rusos, ita­lianos (Curzio Malaparte, quien quizás acompañara a Gecé a la ex­po­sición), etc.
Reproduzco a continuación su texto completo, en mi tra­duc­ción (la ver­sión alemana parece haber sido hecha por Gecé, o por alguien de lengua materna castellana, ya que con­funde el tér­mino correcto para traducir al alemán “novela”, que debe ser “Ro­mane”, y no “Novellen”. Ignoro el para­de­ro del original en castellano, si es que lo hubo):
E. GIMÉNEZ CABALLERO.- Madrid
La pregunta que Die Böttcherstasse ha dirigido al público acerca del valor de la crítica actual, me parece un éxito que merece ser apoyado con exactos y enfá­ticos juicios. Creo que la crítica literaria, y más aún la artística y la histórica, se en­cuen­tran en un período de plena operati­vidad, pero cercano al agotamiento de po­sibi­lidades. La tarea del crítico hoy en día se ha vuelto más difícil, porque el público y el modo de ser de los trabajos literarios se han com­plicado. Por un lado, la masa social que está en condiciones de seguir el hilo de una crítica crece con­tinua­mente. Por otro, la nueva lite­ratura hace a la vieja técnica de la crítica más difícil su trabajo. Un nuevo postu­lado de formas nuevas surge en el cielo lite­rario. Se desea la reforma (“Umgestaltung”) de la crítica, exactamente como hace años se deseó la de la lírica, la del teatro y la de las novelas. En este mo­mento de ten­ta­ciones y pruebas tuve, por así decirlo, la suerte de descubrir un método, que he llamado “Cartel literario”. Consiste en dar una visión sintética de la obra o de la figura del autor, para lo cual me sirvo de medios plásticos que cual­quier per­sona dotada de entendimiento puede com­pren­der, de modo que el lector puede aprehender y entender el con­te­nido y el valor de la crítica con un rá­­pido vistazo. Con este sis­tema conformé una expo­sición de Carte­les literarios,[3] que ha tenido buena reso­nancia. El tra­bajo de la crítica se convierte cada vez más en social; por ello deseo que a través de mi sistema un gran círculo de per­sonas sea alcanzado por él. Mi ideal sería que el cine, la radio y los grandes sitios libres de las ciu­dades, de la playa y del campo fueran utilizados para la carte­li­zación de la pro­duc­ción literaria. Creo que la crítica debería reno­varse en este sentido, con la belleza y cele­ridad de una locomotora, con la elegancia de un avión y la altura de un ras­cacielos. ¡Jamás quedar atrás! Destruir la podrida fór­mula de la crítica tra­dicional exactamente como se hace con los viejos edifi­cios de una vieja ciudad.
Como ejemplo del nuevo método crítico propugnado por Gecé se repro­duce en la página 18 su “Cartel literario” titulado “El poeta Lorca”. Aparte de un abanico, la foto de una mujer con mantilla, la alusión a Ma­riana Pi­neda, a la corrida de toros y a la Guardia Civil (motivos todos que pueden ser relacionados con la obra de García Lorca por esas fechas), el ico­no­clasta trabajo contiene un dibujo de Lorca y el original de un poe­ma suyo, “De otro modo”, inédito en vida del poeta.
(Se trata, segura­mente, de alguno de los poemas que Lorca remitió a Gui­ller­mo de Torre a co­mienzos de 1927 para ser publicados en La Gaceta Lite­raria. Me ocupé del tema en mi edición de la correspondencia entre Lorca y Torre; véase Bibliografía).
No es esta página de mera noticia el sitio idóneo para comentar las vir­tu­des revolucionarias del carte­lismo de Gecé. Remito, por ello, a los títu­los re­cogidos en la Biblio­grafía aneja, que contiene reseñas antiguas y crítica moderna.

Bibliografía
Abril, Manuel: “Los carteles literarios en Es­paña”: Revista de las Españas 20-21, Ma­drid, abril-mayo de 1928, 175-180.
Dennis, Nigel (1994): “En Torno al Cartelismo de Ernesto Giménez Caballero”: Ro­mance Quarterly 41.2, Washington, primavera de 1994, 102-109.
Dennis, Nigel (1997): “De la palabra a la imagen: la crítica literaria de Ernesto Giménez Caballero”: Cristóbal Cuevas García, ed.: El universo creador del 27. Literatura, pin­tura, música y cine. Barcelona / Málaga: Anthropos / Publi­ca­ciones del Congreso de Literatura Española Contemporánea, 1997, 363-377.
Espina, Antonio: “Los carteles de Gecé”: La Gaceta Literaria 26, Madrid, 15-I-1928, 5.
García, Carlos: Federico García Lorca / Guillermo de Torre. Correspondencia y amistad. Ma­drid / Frankfurt am Main: Iberoame­ricana / Vervuert, 2009. [Cartas de 1921-1936.]
García, Carlos / Sanz Álvartez, María Paz: Gacetas y meridianos. Correspondencia Er­nesto Giménez Caballero / Guillermo de Torre (1925-1968). Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2012.
Gasch, Sebastià: “Madrid: Barcelona: La Exposición en Dalmau”: La Gaceta Literaria 27, 1-II-1928.
Giménez Caballero, Ernesto (1927): Carteles literarios por Gecé. Madrid: Espasa-Cal­pe, 1927.
Giménez Caballero, Ernesto (1928): “12.302 kms. de literatura. La etapa alemana”: La Gaceta Literaria 44, Madrid, 15-X-1928, 5.
Giménez Caballero, Ernesto (1929): Cir­cuito imperial (12.302 kms. de literatura). Ma­drid: La Gaceta Literaria, 1929
Montanyá, Lluis: “Carteles literarios”: La Gaceta Literaria 33, Madrid, 1-V-1928, 7.
Ro­dríguez Amaya, Fabio: “Los Carteles Literarios de Giménez Caballero (Gecé): In­ven­ción y crítica entre ludus, poesía y pin­tura”: Gabriele Morelli, ed.: Ludus. Cine, arte y deporte en la literatura española de vanguardia. Va­lencia: Pre-Textos, 2000, 463-488.
Salaverría, José María: “Carteles de vanguardia”: ABC, Madrid, 12-III-1927.
Sarabia, Rosa: “Interarte vanguardista y algunas cuestiones teórico-críticas a con­si­de­rar”: Revista Canadiense de Estudios Hispánicos 28.1, Calgary, otoño de 2003, 45-69 [Sobre Carteles].
...
[2]
Giménez Caballero y Die Literarische Welt
Agrego a continuación otro texto, también en traducción propia.
Antes de marchar a París, Giménez Caballero pasó de Colonia a Berlín. En la capital alemana otorgó una entrevista a un (para mí desconocido) “F-z”, que fue publicada en el reputado periódico Die Literarische Welt : El Mun­do Literario. Recuérdese que Giménez Caballero, había tomado a ese pe­rió­­­dico, junto con La Fiera Letteraria y Les Nouvelles Littéraires, como mo­delo para su Gaceta.
“F-z”: “La situación de la literatura en España. Conversación con Giménez Caba­llero”: Die Literarische Welt, Berlín, viernes 15-VI-28, 1 (periódico diri­gido por Willy Haas, amigo y biógrafo de Kafka):
Con ocasión de la visita a Berlín del joven y en España bien cono­cido pu­bli­cista E. Giménez Caballero, editor de La Gaceta Literaria –el órgano mejor orien­tado de la joven literatura española– hemos obtenido de él las siguien­tes in­for­ma­ciones acerca de las corrientes literarias y las persona­lidades de la joven España:
-¿Qué género produce actualmente en España lo mejor?
-La lírica, sin duda alguna. Tenemos un rico y distinguido plantel de jóve­nes poe­tas, principalmente castellanos y andaluces. Tras el movimiento Ultraísta de la guerra, cuyo mayor representante entre nosotros fue Gui­llermo de Torre, vino, como en otros países, también en España, la reac­ción clasicista de la postguerra. Me remito al grupo de Ronda en Italia, al Paul Valé­ryismo en Francia. Una vuel­ta a valores formales tradicionales. Sus mejores representantes son hoy un Lor­­ca, Diego, Alberti, Altolaguirre, Prados, D. Alonso, Cer­nuda y algunos otros. Ten­den­cias barrocas encon­tramos en Bas­terra, último representante del mo­vimiento vas­co. Estos sig­nos distin­ti­vos se encuentran también en la lírica de la joven His­pa­noa­mérica. También allí gran desenvolvimiento de la lírica.
-¿Y en la prosa?
-La novela corta; el impresionismo. Así Gómez de la Serna, conocido ya más allá de la literatura española. Prosistas importantes son también: Jarnés, Espina, Ber­ga­­mín, Marichalar, Vela, Chabás, Almagro, Ar­co­nada, Ayala.
-¿De qué se ocupa usted actualmente?
-Me interesa ahora en especial la crítica literaria en forma de cartel. Creo que es un género que hoy debe ser recuperado, porque se dirige a las masas a través de la imagen, sin intermediarios. Lo apliqué con cierto éxito en mi libro Carteles (1927) y lo propagué en una exposición de esos “Carteles literarios” en Barce­lo­na y Madrid.
-¿Y cuál es la perspectiva de esa agrupación literaria acerca de la cual usted inter­cam­bió algunas cartas conmigo en el último otoño?
-Queremos encontrarnos este octubre –quizás en París– y en un congreso lite­rario continental unir los intereses de los cinco o seis periódicos lite­ra­rios más grandes de Europa lo más estrechamente posible.
F-z
No he hallado huellas de la correspondencia aludida en el Deutsches Li­tera­tur­ar­chiv (Marbach), donde se conserva el archivo póstumo de Haas.
Este había sido, junto con el editor Ernst Rowohlt, el fundador de Die Lite­rarische Welt; véanse sus me­mo­rias, tituladas Die Literarische Welt. Erin­ne­run­gen (1957), y sobre él, Pas­cale Avenel: Willy Haas et le pé­rio­di­que Die Lite­rarische Welt, 1925-1933. Lille, 1995.
Acerca de los planes de encuentro en algún sitio de Europa, Giménez Ca­ba­llero dirá a Torre en carta del 6 de julio de 1928:
El culmen de La Gaceta va a estar este octubre en París: donde nos reuniremos toda la Europa Literaria y diplomática. [Maurice] Martin Du Gard [de Les Nou­velles Littéraires] está entu­siasmado. Me convidó hasta a comer. Asi­mis­mo, Ale­mania e Italia. Ya leerás el proyecto-programa que publica­re­mos con­tempo­rá­nea­mente los cinco o seis periódicos literarios de Europa.
Se ve que Giménez Caballero no poseía sino algunos números del perió­dico, porque en carta a Torre de julio de 1928 relata entusiasmado: “En este momento recibo toda la colección de Die Literarische Welt.” Gratis, es de suponer.
Una de las cosas que más agradó a Giménez Caba­llero de su periplo por Europa es que los mil duros que costó su viaje fue­ron pa­ga­dos por las 16 con­ferencias que dio en el transcurso del viaje (organizadas por las cin­co re­­vis­tas cuyas redacciones visitó), como con­fie­sa a su co­rres­ponsal, Gui­­ller­mo de Torre.
Tanto se vanagloria de ello, que hará pública su satis­fac­ción: apenas arri­bado a Madrid, comienza a publicar una serie (que luego publicará en for­ma de libro): 12.302 kilometros de literatura (pri­mera entrega en La Ga­ceta Lite­raria 38, Madrid, 15-VII-1928, 1, con un mapa de sus deva­neos por Eu­ropa: Italia, Holanda, Alemania [tratada en los nú­me­ros 42-43 de La Ga­ceta], Bélgica, Francia, Portugal).
Hasta donde alcanzo a ver, el proyecto conjunto de los cinco periódicos no llegó a realizarse.
.....



[1] Debo hacer la salvedad, empero, de que no he logrado ver el libro de Gecé titulado Cir­cuito imperial (12.302 kms. de literatura). Ma­drid: La Gaceta Literaria, 1929.

[2] Gecé reproduce una foto de dicha torre y comenta la exposición “Pressa” en su artículo “12.302 kms. de literatura. La etapa alemana”: La Gaceta Literaria 44, Madrid, 15-X-1928, 5, pero no menciona allí su publicación en Die Böttcherstrasse, de la que quizás no se enteró.

[3] Carteles fue publicado por Calpe en 1927. Ciertos “Carteles” que Giménez Caballero comenzó a hacer en ese año, una larga treintena, no formarían parte del libro. Fueron ex­­puestos en las Ediciones Inchausti (Madrid) y en las Galerías Dalmau (Barcelona); así, por ejemplo, el dedicado a Guillermo de Torre (XIX), o el titulado “Universo de la lite­ratura española contem­poránea” (II).


No hay comentarios:

Publicar un comentario