Carlos
García (Hamburg)
Ernesto Giménez Caballero en
Alemania (1928)
[Texto de
febrero de 2008, publicado originalmente en dos entregas en [www.alvarosarco.blogspot.com],
Lima, 20-XII-2010 y 24-I-2011. Ligeramente actualizado en febrero de 2016,
cuando fue publicado en [www.academia.edu]. La presente versión es del
13-IV-2020.]
Con la colaboración de María Paz Sanz Álvarez (Madrid) di
a luz una edición comentada del epistolario entre Ernesto Giménez Caballero
(1899-1988) y Guillermo de Torre (1900-1971): Gacetas y
meridianos. Correspondencia Ernesto Giménez Caballero / Guillermo de Torre
(1925-1968).
Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2012,
El corpus al
cual accedimos en dos archivos (uno español y otro alemán) consta de 91 cartas
y tarjetas, y abarca el período 1925-1968. De esos 91 documentos, 66 son del
periodo más álgido de esa relación, que va de 1925 a 1931. Sobre todo las
cartas de Giménez Caballero a Torre de 1926, testimonian la efervescencia de
la época y el entusiasmo de sus protagonistas: es el año en que se prepara
la aparición de La Gaceta Literaria,
cuyo planeamiento es reconstruido en detalle.
Aquí ahondaré en dos episodios de 1928, con ribetes,
creo, desconocidos hasta hoy. Ambos tienen relación con publicaciones
hemerográficas de Gecé en Alemania.
[1]
Giménez Caballero y Die
Böttcherstrasse
Como quizás se recuerde, Giménez Caballero pertenecía a
una familia de impresores; su padre, también llamado Ernesto, poseía una imprenta
en Madrid. En ese marco tenía numerosas relaciones con gente del mundillo
editorial, con impresores, fabricantes de papel y de colores.
Ello ocasionó que Gecé,
una vez entrado en el negocio familiar, debiera hacer varios viajes de
carácter comercial a otros países de Europa – a menudo a Alemania (país con
el cual Gecé desarrollaría a la larga
nefastas afinidades políticas).
Así, por ejemplo, se conserva una misiva suya del 7 de
marzo de 1926, remitida desde la ciudad alemana de Leipzig, y con membrete de
la empresa de los hermanos Schmidt, que fabricaban los famosos colores “Helios”.
En otra ocasión, de la cual me ocuparé aquí, Giménez
Caballero viaja a Colonia (Köln), con motivo de una Exposición de la industria
impresora, “Pressa”. Desde allí remite a Torre la siguiente misiva, del 9 de
junio de 1928:
[Carta de EGC a GT, 1 página manuscrita. (Mss 22823/71, 9):]
[Membrete:] HAG-TURM / Auf der Pressa Köln-Deutz /
Telegramm-Adresse: Hagturm Köln / Fernsprecher: Amt Freiheit Nr. 12736 /
Bank-Konto: Sparkasse der Stadt / Köln Zweigstelle Pressa, Kto. 28758
Köln
9
de junio [de 1928]
[Membrete:] Ihre
Zeichen Ihr Schreiben vom Unsere Zeichen Tag
[Su referencia Su escrito del Nuestra referencia Día]
Querido Guillermo:
¿Has visto Die
Böttcherstrasse, la mejor revista del mundo?
Aquí estoy yo en su torre de la “Ausstellung Pressa”
[Exposición Pressa]. Yo, primer colaborador
especial de esa revista en su primer número, que te envía todos los abrazos de
siempre con algunos más.
Ernesto
...
La breve carta me indujo a buscar esa revista, donde en
efecto se halla un texto de Giménez Caballero, que presumo inédito en España, y
que no he visto reimpreso en otros países.[1]
Die
Böttcherstraße. Internationale Zeitschrift [La calle Böttcher. Revista Internacional]
aspiraba a ser “el vocero de la inteligencia mundial”. Apareció en Bremen,
publicada por la editorial “Angelsachsen-Verlag”. Fue editada por Ludwig Roselius,
con la colaboración de Bernhard Hoetger y Georg Eltzschig; su redactor fue
Albert Theile.
(A ninguno de ellos puede hacerse justicia en este
exiguo marco. Baste mencionar que el primero fue un magnate de la industria
cafetera, inventor de un método para eliminar la cofeína del café, para
hacerlo más suave; el último, un periodista, escritor y traductor de vida novelesca,
que sufrió persecución bajo los nazis).
El título de la publicación alude a una pequeña calle en
la ciudad alemana de Bremen, donde tenía su sede la redacción, en una casa
construída por el arquitecto Bernhard Hoetger, de Worpswede (hoy Museo Paula
Becker-Modersohn).
Hoetger, que pertenecía a la dirección de la revista, fue
también quien diseñó la moderna “Torre HAG” (HAG-Turm) a la que alude Giménez
Caballero en su carta, construida para la empresa cafetera HAG, de Bremen, empresa
que financiaba la revista.[2]
La primera entrega de Die
Böttcherstraße, en la cual colaboró Gecé,
es de mayo de 1928. El número, como siempre de carácter monográfico, está casi
totalmente dedicado al tema periodismo y periódicos, y ofrece una serie de
facsímiles de gran interés histórico, impresos con enorme alarde técnico para
la época.
La contribución de Giménez Caballero fue solicitada en el
marco de una encuesta, así definida por la redacción (las traducciones del
alemán son mías):
Crítica.
Referéndum internacional
La
general falta de seguridad europea en cosas de la crítica ha sido la ocasión
para esta encuesta, que hemos remitido a diversos europeos, diferentes en su
actitud. Con toda intención no nos hemos restringido a unos nombres literarios
aislados, sino hemos involucrado también a periodistas que, en tanto editores
de periódicos literarios, merecen nuestra especial atención. [...]
Giménez Caballero, quien ya era el fundador y director de
La Gaceta Literaria, inaugura la
serie de respuestas, seguida luego por algunos nombres alemanes (Alfred
Döblin, autor de la monumental novela Berlin
Alexanderplatz; y Willy Haas, más tarde biógrafo de Kafka), rusos, italianos
(Curzio Malaparte, quien quizás acompañara a Gecé a la exposición), etc.
Reproduzco a continuación su texto completo, en mi traducción
(la versión alemana parece haber sido hecha por Gecé, o por alguien de lengua materna castellana, ya que confunde
el término correcto para traducir al alemán “novela”, que debe ser “Romane”,
y no “Novellen”. Ignoro el paradero del original en castellano, si es que lo
hubo):
E.
GIMÉNEZ CABALLERO.- Madrid
La
pregunta que Die Böttcherstasse ha
dirigido al público acerca del valor de la crítica actual, me parece un éxito
que merece ser apoyado con exactos y enfáticos juicios. Creo que la crítica
literaria, y más aún la artística y la histórica, se encuentran en un período
de plena operatividad, pero cercano al agotamiento de posibilidades. La
tarea del crítico hoy en día se ha vuelto más difícil, porque el público y el
modo de ser de los trabajos literarios se han complicado. Por un lado, la masa
social que está en condiciones de seguir el hilo de una crítica crece continuamente.
Por otro, la nueva literatura hace a la vieja técnica de la crítica más
difícil su trabajo. Un nuevo postulado de formas nuevas surge en el cielo literario.
Se desea la reforma (“Umgestaltung”) de la crítica, exactamente como hace años
se deseó la de la lírica, la del teatro y la de las novelas. En este momento
de tentaciones y pruebas tuve, por así decirlo, la suerte de descubrir un
método, que he llamado “Cartel literario”. Consiste en dar una visión sintética
de la obra o de la figura del autor, para lo cual me sirvo de medios plásticos
que cualquier persona dotada de entendimiento puede comprender, de modo que
el lector puede aprehender y entender el contenido y el valor de la crítica
con un rápido vistazo. Con este sistema conformé una exposición de Carteles literarios,[3]
que ha tenido buena resonancia. El trabajo de la crítica se convierte cada
vez más en social; por ello deseo que a través de mi sistema un gran círculo de
personas sea alcanzado por él. Mi ideal sería que el cine, la radio y los
grandes sitios libres de las ciudades, de la playa y del campo fueran
utilizados para la cartelización de la producción literaria. Creo que la
crítica debería renovarse en este sentido, con la belleza y celeridad de una
locomotora, con la elegancia de un avión y la altura de un rascacielos. ¡Jamás
quedar atrás! Destruir la podrida fórmula de la crítica tradicional
exactamente como se hace con los viejos edificios de una vieja ciudad.
Como ejemplo del nuevo método crítico propugnado por Gecé
se reproduce en la página 18 su “Cartel literario” titulado “El poeta Lorca”.
Aparte de un abanico, la foto de una mujer con mantilla, la alusión a Mariana
Pineda, a la corrida de toros y a la Guardia Civil (motivos todos que pueden
ser relacionados con la obra de García Lorca por esas fechas), el iconoclasta
trabajo contiene un dibujo de Lorca y el original de un poema suyo, “De otro
modo”, inédito en vida del poeta.
(Se trata, seguramente, de alguno de los poemas que
Lorca remitió a Guillermo de Torre a comienzos de 1927 para ser publicados en
La Gaceta Literaria. Me ocupé del
tema en mi edición de la correspondencia entre Lorca y Torre; véase
Bibliografía).
No es esta página de mera noticia el sitio idóneo para
comentar las virtudes revolucionarias del cartelismo de Gecé. Remito, por ello, a los títulos recogidos en la Bibliografía
aneja, que contiene reseñas antiguas y crítica moderna.
Bibliografía
Abril,
Manuel: “Los carteles literarios en España”: Revista de las Españas 20-21, Madrid, abril-mayo de 1928, 175-180.
Dennis,
Nigel (1994): “En Torno al Cartelismo de Ernesto Giménez Caballero”: Romance Quarterly 41.2, Washington,
primavera de 1994, 102-109.
Dennis,
Nigel (1997): “De la palabra a la imagen: la crítica literaria de Ernesto
Giménez Caballero”: Cristóbal Cuevas García, ed.: El universo creador del 27. Literatura, pintura, música y cine. Barcelona
/ Málaga: Anthropos / Publicaciones del Congreso de Literatura Española
Contemporánea, 1997, 363-377.
Espina, Antonio: “Los carteles de Gecé”: La Gaceta Literaria 26, Madrid, 15-I-1928,
5.
García, Carlos: Federico
García Lorca / Guillermo de Torre. Correspondencia y amistad. Madrid /
Frankfurt am Main: Iberoamericana / Vervuert, 2009. [Cartas de 1921-1936.]
García,
Carlos / Sanz Álvartez, María Paz: Gacetas y meridianos. Correspondencia
Ernesto Giménez Caballero / Guillermo de Torre (1925-1968). Madrid / Frankfurt am Main: Iberoamericana
/ Vervuert, 2012.
Gasch,
Sebastià: “Madrid: Barcelona: La Exposición en Dalmau”: La Gaceta Literaria 27, 1-II-1928.
Giménez
Caballero, Ernesto (1927): Carteles literarios
por Gecé. Madrid: Espasa-Calpe, 1927.
Giménez
Caballero, Ernesto (1928): “12.302 kms. de literatura. La etapa alemana”: La Gaceta Literaria 44, Madrid,
15-X-1928, 5.
Giménez
Caballero, Ernesto (1929): Circuito imperial (12.302 kms. de
literatura).
Madrid: La Gaceta Literaria, 1929
Montanyá,
Lluis: “Carteles literarios”: La Gaceta
Literaria 33, Madrid, 1-V-1928, 7.
Rodríguez
Amaya, Fabio: “Los Carteles Literarios
de Giménez Caballero (Gecé): Invención y crítica entre ludus, poesía y pintura”:
Gabriele Morelli, ed.: Ludus. Cine, arte
y deporte en la literatura española de vanguardia. Valencia: Pre-Textos,
2000, 463-488.
Salaverría,
José María: “Carteles de vanguardia”: ABC,
Madrid, 12-III-1927.
Sarabia,
Rosa: “Interarte vanguardista y algunas cuestiones teórico-críticas a considerar”:
Revista Canadiense de Estudios Hispánicos
28.1, Calgary, otoño de 2003, 45-69 [Sobre Carteles].
...
[2]
Giménez Caballero y Die
Literarische Welt
Agrego a continuación otro texto, también en traducción
propia.
Antes de marchar a París, Giménez Caballero pasó de
Colonia a Berlín. En la capital alemana otorgó una entrevista a un (para mí
desconocido) “F-z”, que fue publicada en el reputado periódico Die Literarische Welt : El Mundo Literario. Recuérdese que
Giménez Caballero, había tomado a ese periódico, junto con La Fiera Letteraria y Les Nouvelles Littéraires, como modelo
para su Gaceta.
“F-z”: “La situación de la literatura en España.
Conversación con Giménez Caballero”: Die
Literarische Welt, Berlín, viernes 15-VI-28, 1 (periódico dirigido por
Willy Haas, amigo y biógrafo de Kafka):
Con ocasión de la visita a Berlín del joven y en España
bien conocido publicista E. Giménez
Caballero, editor de La Gaceta
Literaria –el órgano mejor orientado de la joven literatura española–
hemos obtenido de él las siguientes informaciones acerca de las corrientes
literarias y las personalidades de la joven España:
-¿Qué género produce actualmente en España lo mejor?
-La lírica, sin duda alguna. Tenemos un rico y
distinguido plantel de jóvenes poetas, principalmente castellanos y
andaluces. Tras el movimiento Ultraísta
de la guerra, cuyo mayor representante entre nosotros fue Guillermo de Torre, vino, como en otros países, también en España,
la reacción clasicista de la
postguerra. Me remito al grupo de Ronda
en Italia, al Paul Valéryismo en Francia. Una vuelta a valores formales
tradicionales. Sus mejores representantes son hoy un Lorca, Diego, Alberti, Altolaguirre, Prados, D. Alonso, Cernuda y algunos otros. Tendencias barrocas encontramos en Basterra, último representante del movimiento
vasco. Estos signos distintivos se encuentran también en la lírica de la
joven Hispanoamérica. También allí gran desenvolvimiento de la lírica.
-¿Y en la prosa?
-La novela corta; el impresionismo. Así Gómez de la
Serna, conocido ya más allá de la literatura española. Prosistas importantes
son también: Jarnés, Espina, Bergamín, Marichalar,
Vela, Chabás, Almagro, Arconada, Ayala.
-¿De
qué se ocupa usted actualmente?
-Me interesa ahora en especial la crítica literaria en forma de cartel. Creo que es un género que
hoy debe ser recuperado, porque se dirige a las masas a través de la imagen,
sin intermediarios. Lo apliqué con cierto éxito en mi libro Carteles (1927) y lo propagué en una
exposición de esos “Carteles literarios” en Barcelona y Madrid.
-¿Y
cuál es la perspectiva de esa agrupación literaria acerca de la cual usted
intercambió algunas cartas conmigo en el último otoño?
-Queremos encontrarnos
este octubre –quizás en París– y en un congreso literario continental unir los
intereses de los cinco o seis periódicos literarios más grandes de Europa lo
más estrechamente posible.
F-z
No he hallado huellas de la correspondencia aludida en el
Deutsches Literaturarchiv (Marbach), donde se conserva el archivo póstumo
de Haas.
Este había sido, junto con el editor Ernst Rowohlt, el
fundador de Die Literarische Welt; véanse sus memorias, tituladas Die Literarische Welt. Erinnerungen (1957), y sobre él, Pascale Avenel: Willy
Haas et le périodique Die Literarische Welt, 1925-1933. Lille, 1995.
Acerca de los planes de encuentro en algún sitio de
Europa, Giménez Caballero dirá a Torre en carta del 6 de julio de 1928:
El culmen de La Gaceta va a estar este octubre en
París: donde nos reuniremos toda la Europa Literaria y diplomática. [Maurice] Martin Du Gard [de Les Nouvelles Littéraires] está entusiasmado.
Me convidó hasta a comer. Asimismo, Alemania
e Italia. Ya leerás el proyecto-programa que publicaremos contemporáneamente
los cinco o seis periódicos literarios de Europa.
Se ve que Giménez Caballero no poseía sino algunos
números del periódico, porque en carta a Torre de julio de 1928 relata entusiasmado:
“En este momento recibo toda la
colección de Die Literarische Welt.” Gratis,
es de suponer.
Una de las cosas que más agradó a Giménez Caballero de
su periplo por Europa es que los mil duros que costó su viaje fueron pagados
por las 16 conferencias que dio en el transcurso del viaje (organizadas por
las cinco revistas cuyas redacciones visitó), como confiesa a su corresponsal,
Guillermo de Torre.
Tanto se vanagloria de ello, que hará pública su satisfacción:
apenas arribado a Madrid, comienza a publicar una serie (que luego publicará
en forma de libro): 12.302 kilometros de
literatura (primera entrega en La Gaceta
Literaria 38, Madrid, 15-VII-1928, 1, con un mapa de sus devaneos por Europa:
Italia, Holanda, Alemania [tratada en los números 42-43 de La Gaceta], Bélgica, Francia, Portugal).
Hasta donde alcanzo a ver, el proyecto conjunto de los
cinco periódicos no llegó a realizarse.
.....
[1] Debo hacer la salvedad, empero, de que no he logrado ver el
libro de Gecé titulado Circuito imperial (12.302 kms. de
literatura). Madrid: La Gaceta Literaria, 1929.
[2] Gecé reproduce
una foto de dicha torre y comenta la exposición “Pressa” en su artículo “12.302
kms. de literatura. La etapa alemana”: La
Gaceta Literaria 44, Madrid, 15-X-1928, 5, pero no menciona allí su publicación en Die Böttcherstrasse, de la que quizás no
se enteró.
[3] Carteles
fue publicado por Calpe en 1927. Ciertos “Carteles” que Giménez Caballero
comenzó a hacer en ese año, una larga treintena, no formarían parte del libro.
Fueron expuestos en las Ediciones Inchausti (Madrid) y en las Galerías Dalmau
(Barcelona); así, por ejemplo, el dedicado a Guillermo de Torre (XIX), o el
titulado “Universo de la literatura española contemporánea” (II).
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